jueves, 12 de julio de 2012


EL GAFE DEL ENCIERRO


Si, ya sé, esta foto está muy vista: que si desde el suelo, que en la curva de Mercaderes, que si le dieron el premio Foto Press. Ya huele. Y yo como un globo, hinchado de vanidad, como cualquier humano. Pero la realidad, como siempre, es más miserable. Les cuento. En realidad yo era, y sigo siendo, un gafe del encierro, aunque un gafe en positivo. Llevaba siete años de curro y no había pillado una miserable cogida. Nunca cojo un pitonazo. Era mi primer año en el Diario de Navarra, y me puse serio. “Nagore, tienes que hacer algo distinto, si no, con ese maleficio taurino que te lastra, no llegarás a ningún sitio”. ( en realidad, nunca llegas a ninguna parte, pero bueno), además, ya tenía dos bocas que alimentar ¡y qué bocas!. Así que me puse las pilas, preparé todo, ayudé incluso a los barrenderos a limpiar para que no se cayese nadie y me jibara ´mi obra de arte´, me puse en el suelo entre los dos tablones y ¡PALSSS!. Milagro: salió bien. Para que luego digan que nuestro santo no hace prodigios. Lo de ser gafe en este asunto ya me preocupa, de hecho no duermo en Sanfermines. Ahora, 29 años después, con 35 años de encierros, 278 carreras, dos me quedé dormido, ahí sigo, sin una cogida o puntazo que llevarme a la cámara, lo más algún revolcón. Así que, queridos colegas, ya sabéis: allí donde me veáis, huid.

Publicado en Diario de Navarra el 8 de julio de 2012

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