domingo, 16 de marzo de 2008

Iñaki Ochoa de Olza

En lo alto de la cumbre. El humano de la foto nació en Pamplona hace 41 años, un 29 de mayo, justo el día que Hillary y Tenzing coronaran por primera vez el Everest. Sus padres decidieron llamarle Iñaki, en honor a San Ignacio de Loyola, que a su vez nació un 31 de julio, día en que se subió por primera vez al K2. Con el tiempo su hijo se convertiría en uno de los mejores montañeros del planeta. El de las cuatro patas es Ulises, inseparable de su dueño, remolonea cuando le ve preparar la mochila llena de clavijas, pero se pone como loco cuando le llevan al aeropuerto a recibir a su amo... lo que saben estos bichos. Cada vez que sube es consciente que se mete en una boca de lobo que se puede cerrar en cualquier momento, pero le compensa. Allá arriba se percibe más claro el orden y la fuerza del Cosmos, así como las equivocaciones de los humanos. En esos pocos minutos Iñaki roba energía a las montañas, se hace la foto y baja con los bolsillos y la mochila llenos de paz. Sus patrocinadores, como Diario de Navarra, le permiten ser profesional de la montaña, pero además muchos de los que nos quedamos aquí estamos también con él.

Publicado en Diario de Navarra el 16 de marzo de 2008.
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