domingo, 24 de febrero de 2008

Mariano Alonso

El de: “ Alonso, Alonso, Alonso...” Con pantalón corto ya enredaba con hilos y cremalleras en la mercería de su padre. Podía haber elegido ser sastre, o monaguillo, y luego cura, por decir algo, pero decidió continuar bebiendo y aprendiendo del saber hacer del maestro, su padre. Y ya con pantalón largo, montó su propia tienda, como los fenicios, de textiles. Y como los tiempos cambian, y todo se mueve en una eterna carrera de evolución, Mariano supo situarse en ese punto de equilibrio del saber comprar y vender lo que los clientes necesitan en cada momento. Y creo un mundo propio e irrepetible en donde volcó su personalidad, diseñando su propia publicidad, aquella que nos perseguía machaconamente allá donde estuviéramos, y decorando sus tiendas con montones de ropa e infinidad de letreros de ofertas y regalos. El dice que cuanto más das, más recibes, y que el secreto, si existe, es ofertar calidad a precio razonable. Ahora, con 65 años baja la persiana y se jubila. Me da pena, porque ya no se donde podré comprar 6 pares de calcetines por 2€. Si ustedes lo saben, me lo pueden decir en: jorge.nagore@diariodenavarra.es

Publicado en Diario de Navarra el 24 de febrero de 2008.
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