domingo, 7 de junio de 2009

José María Muñoz Berrio

Patriarca Gitano del Casco Viejo de Pamplona. Los mariscales, generales y alcaldes, incluso nuestro vecino el lehendakari Patxi López, ostentan y lucen vara o bastón de mando. Es un símbolo de poder y autoridad, basado generalmente en la fuerza o en la ley. José Mari, como patriarca gitano, también lleva vara de mando, pero su poder es diferente; no está basado ni en la fuerza ni en la ley. Su autoridad es más pura, quizá superior, es una autoridad moral que emana de la sabiduría y la experiencia de quien la ejerce, así como del respeto de quien la recibe y la asume como lección magistral. Un ejemplo de autoridad que los payos todavía no hemos descubierto. Hoy en día sigue siendo un misterio el origen del pueblo gitano. Para unos es la India, mientras que otros piensan que descienden de una de las tribus perdidas de Israel. Lo que está fuera de dudas es que nuestro José Mari nació en la calle de la Merced, hace ahora 66 años, fruto de varias generaciones de navarros, de lo que presume y está orgulloso. Como también presume de Antonia Berrio, su mujer, de la que dice que es la mejor esposa y madre que existe, y que le ha regalado con 6 hijos, 25 nietos y 25 biznietos a los que ha sacado adelante trabajando en los negocios de la chatarra y la construcción a lo largo de toda su vida. El patriarca es además un hombre profundamente cristiano. “ALLI DONDE LO NECESITAN, ALLI ESTÁ”. Ésa es su máxima, y se esfuerza y esmera por solucionar los problemas gitanos sin que salgan fuera. Dice que los payos le han ayudado mucho, pero él también ayuda a los payos. A sus espaldas, le llaman EL HOMBRE DE LA PAZ y en el bolsillo lleva siempre consigo la llave de la ciudad que un día Yolanda Barcina le entregó por su ayuda y colaboración a edificar una Pamplona mejor.

Publicado en Diario de Navarra el 7 junio de 2009.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mejor bájale los pantalones y comele el ojete hasta que se dilate tanto como para que le caiga un zurullo sin querer. 7 hijos sumarían.

Anónimo dijo...

Q dices mierda el zurullo te lo comes tu y te antragantes comiendo te lo cabeza cagau mala muerte te agan